Las paredes de las cortinas son fachadas de edificios exteriores no estructurales que se utilizan para mejorar un edificio de atractivo estético, al tiempo que también proporciona
funciones críticas como la protección del clima y la eficiencia energética. Consisten en materiales ligeros como el vidrio,
aluminio, y acero y se instalan sobre el marco estructural de un edificio.

Las paredes de cortina se utilizan comúnmente en edificios altos, edificios comerciales y grandes estructuras públicas como aeropuertos
y centros comerciales. Proporcionan luz natural y ventilación, reducen la ganancia de calor solar y mejoran la calidad del aire interior.

Además de proporcionar protección contra el clima, las paredes de cortina también se pueden diseñar para resistir el fuego y el ruido. Desempeñan un papel crucial
en edificios verdes mejorando la eficiencia energética y reduciendo las emisiones de carbono.

En general, las paredes de cortina son un componente esencial de la arquitectura y la construcción modernas, proporcionando tanto funcional como estético
beneficios para edificios de todo tipo.